Aval bancario para alquiler: qué es y cómo funciona
A pesar de que hoy en día muchas personas buscan arrendamientos, los requisitos que se piden por los arrendadores son bastante estrictos y difíciles de conseguir para ciertas personas. El endurecimiento de estos viene como consecuencia de una tendencia por parte de los inquilinos de no pagar los alquileres. El aval bancario para alquiler se utiliza como una garantía por parte de los arrendatarios de que van a pagar el alquiler y en caso de no hacerlo un tercero responderá por ellos. No obstante, este aval tiene condiciones e intereses por el que no todos pueden adquirirlo y, por lo tanto, dicho alquiler se paraliza.
¿Qué es un aval bancario para alquiler?
El aval bancario para alquiler es un tipo de contrato utilizado por las inmobiliarias para asegurar el pago del alquiler, pues en caso de no hacerlo el arrendatario, un tercero tendrá que hacerlo por él. Este aval se suele llevar a cabo de forma económica, es decir, en caso de impago del alquiler el banco pagará la cantidad de dicho alquiler. No obstante, suelen haber otras formas de pago.
Asimismo, para asegurar el mantenimiento del aval se suele pagar una cantidad de forma periódica dependiendo de las condiciones y de los intereses pactados inicialmente. Así pues, como el aval bancario para alquiler es una obligación de pago que adquiere el banco, este suele pedir unos requisitos para asegurar el pago del alquiler por el arrendatario y para estar cubiertos en caso de impago.
¿Cómo solicitar un aval bancario para alquiler?
Para poder solicitar un aval bancario es necesario que el interesado acuda al banco del que ya es cliente e informe de la intención de un aval bancario para alquiler. Una vez empezado el proceso, el banco solicitará varios documentos para comprobar la solvencia y la situación actual del arrendatario. Una vez estudiado su caso, decidirán si otorgan o no el aval bancario para alquiler.
En caso afirmativo, el arrendatario deberá ingresar en una cuenta el dinero de la renta que solicite el arrendador, lo que puede oscilar entre los tres y seis meses de adelanto. Este fondo se utilizará en caso de impago por el banco para cubrir la deuda del arrendatario.
Después, el banco deberá informar de los intereses y comisiones que se cobran por el estudio del caso, la apertura y el cierre del caso. Estas comisiones se sitúan entre el 0,5% y el 2% dependiendo del banco y de sus políticas.
Y, finalmente, si estas condiciones son aceptadas por el arrendatario se firma el contrato de aval bancario en el que están recogidas todas las comisiones, intereses, capital avalado y demás información relevante con el caso.
¿Qué información debe incluirse en el documento del aval?
El documento del aval bancario debe recoger ciertos datos imprescindibles para que sea legal y esté correcto a la legislación actual, entre los que se encuentran los que vamos a ver a continuación.
- El total a cubrir por la póliza en caso de ejecución. Esta es la cantidad que se solicite por el arrendador, que suele ser entre tres y seis meses de renta. Esa cantidad será el total de la póliza y, por lo tanto, la cantidad que respalda el aval.
- Plazo de duración del aval bancario, excepciones y requerimientos para su renovación. Aquí se debe especificar todas las condiciones durante la duración del aval, así como los requisitos para poder cancelar o renovar el aval bancario.
- Condiciones de cobre por parte del propietario o beneficiario de la póliza. En este apartado se deberá especificar en qué condiciones y de qué manera el arrendador puede solicitar la póliza por impago. Pues existen varias formas, como la opción de cobrarse en el primer requerimiento y debe estipularse previamente antes de firmar el contrato de aval bancario.
¿Qué ocurre si cuentas con un aval bancario para alquiler y dejas de pagar el alquiler?
En caso de impago del alquiler por parte del arrendatario, la entidad financiera o banco deberá asumir la obligación de pago con el arrendador. Para ello utilizará la cantidad abonada por el arrendatario en su inicio procedente de la pignoración de mensualidad que solicita el banco para conceder el aval.
En el supuesto de no haber pedido ese adelanto, el banco pagará las mensualidades, pero posteriormente exigirá al arrendatario que reintegre la diferencia o la cantidad que ha sido avalada, además de las comisiones y los intereses que cobra sobre el total de la póliza avalada.
El aval bancario para alquiler surge como una forma de protección para los arrendadores, pues son muchos los casos de impago de alquiler y sin ningún tipo de garantía que los avale. Asimismo, por el requerimiento de dicho aval las condiciones para adquirir un alquiler se han endurecido y no todos logran obtenerlo, lo que deriva en un estancamiento del mercado de alquileres.
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